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| 2019-12-29 |
Esta mañana he salido con Eli a pasear a Pin. Me ha costado un poco hacer las cuestas de Collserola con la pierna todavía débil, pero lo he conseguido y me ha gustado. Es un privilegio vivir en Barcelona pero poder caminar a un bosque en 10 minutos. Este piso tiene sus cosas buenas.
Luego hemos comido con la familia Martín y nos lo hemos pasado bien. He estado hablando con Dani de sus planes de Erasmus. Su intención es irse a Dublín. Espero que lo haga, creo que le sentaría muy bien para salir del cascarón.
Luego, por la tarde, Enric se ha pasado por casa a tomar una cerveza. En un momento nos ha preguntado a Eli y a mí cómo nos conocimos y empezamos a salir, y hemos hecho un repaso híperdetallado de todos nuestros encuentros desde el primer día en que nos conocimos hasta que nos enrollamos.
Ha sido muy agradable. Eli y yo tenemos una historia muy bonita detrás. No puedo evitar sentir un cierto orgullo por tener un romance tan bello con ella.
También estoy consiguiendo darle un empujón fuerte al sistema del Rijks. El código está empezando a funcionar. Veo que voy a tener que trabajar mucho más que mis compañeros si quiero que el resultado sea bueno. Pero no me importa. Mejor para mí, más aprenderé y mejor me lo pasaré.
Ahora voy a leer un rato el libro de Life's a Pitch, que me está gustando mucho, y me iré a dormir con Eli. Estoy pensando en mandárselo a Javier Chico por correo con una nota. Para que me recuerde con cariño. No sé por qué lo aprecio tanto, pero lo hago. Es un seductor, el muy cabrón.