2.8 KiB
| fecha |
|---|
| 2025-07-27 |
Son las siete de la mañana. Estoy con framie, en el salón, arrancando el día. Sofía esta a mi lado en su alfombrita, atacando juguetes y haciendo rodar el pinguino tentenpié que suena tan surrealista cuando se menea. Entre patada y patada, ya empieza a dejar alguna primera consonante. "Bububa". Eli se ha ido hace un rato a montar a caballo.
Esta semana ha sido mi primera semana en Galoy. Todavía estoy algo nervioso por la incertidumbre sobre cómo irá todo, pero creo que ha sido una buena primera semana. Hay momentos en los que no me creo que haya conseguido meterme. Por fin se cumple mi sueño de trabajo en negro. Y además con el sueldo más alto que he tenido nunca.
Llevo semanas dándole vueltas al asunto fiscal. Decidiendo si declarar o evadir. Si intentaba ir a medias. Después de mucho investigar y hablar con autónomos, fiscalistas y gente de otros lindes, he tomado la decisión de que, de momento, no voy a declarar absolutamente nada. Jodido como es, es más fácil estar totalmente fuera del radar de Hacienda que intentar estar a medias y arriesgarse a que algo no les cuadre.
Eso plantea ciertas dificultadas. El grifo del dinero en A se va a cerrar durante una temporada, y vamos a tener que planear con el que ya tenemos. Por suerte, es mucho, y no hay ninguna gran gasto que solo pueda pagarse en A en el horizonte.
Aun así, voy investigando formas de blanquear. En la mesa está mi vieja y conocida opción de simplemente vender Bitcoin por Bisq y rezarle al señor. De momento, a Hacienda nunca la ha importado un carajo. Pero es posible que, ahora que no tendré ingresos, quede un poco más cantoso.
He encontrado servicios como bringin.xyz, que te permite mandar transferencias SEPA pagando el valor equivalente en Bitcoin. La transferencia se inicia desde una cuenta a tu propio nombre, lo cual hace sencillo usarlo. Con eso, podría pagar gastos varios que siempre son en A, como un alquiler o las cuotas de un préstamo, a base de Bitcoin. Por supuesto, no hay milagros, y estos servicios piden KYC. Pero tengo la sospecha de que las startups que dan estos servicios, minúsculas y extranjeras, no informarán proactivamente de nada a Hacienda. Que, como decimos con Marcel, Nevada no tiene valla.
Sofía ya se está cansando de los juguetes de la alfombrita. Le voy a preparar un biberón con la leche de su madre antes de que empiece a cabrearse y me monte un cristo. Se porta muy bien siempre, pero el hambre es el hambre. Luego la disfrazaré con algo de ropa que vaya desconjuntada, para poder darle a las señoras superficie para pellizcarme y ridiculizar mi falta de mano izquierda en moda infantil. Y nos iremos a dar un paseo para que ella se eche la siesta en el carro y yo pueda seguir trabajando un poquito mientras me tomo un café en la terraza de algún bar del barrio.