hoja

hojas/20250323.md

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+fecha: 2025-03-23
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+Sofía cumplío dos meses hace un par de días. Se ha convertido en una pelotilla simpática y parlanchina. Ya hemos dejado atrás cualquier preocupación sobre su peso. Todavía le da guerra a su madre con el capricheo con el pecho. A veces lo coge, a veces no. Pero Eli ya se va acostumbrando.
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+Tras volver al trabajo, la vida se ha reducido mucho. Mis días son básicamente, trabajar y cuidar a Sofía. Un momentito por la noche para mí, y ya está. No puedo quejarme porque es una buena vida, pero en momentos hecho en falta la libertad previa. De hecho, la nostalgía pega un triple salto mortal y me he encuentro con frecuencia recordando mi época de la universidad. Cuando, sin saberlo, tenía todo el tiempo del mundo y la libertad para disfrutarlo.
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+Los paseos en bici me dan un respiro en estos días. Estoy yendo a la oficina y a casi todas partes en Barcelona con la bici, y me sienta fenomenal. Cuando me subo, se me olvida todo por un rato y me hago uno con el paseo. Siempre había tenido una espina de tristeza clavada por recordar con cariño mi vida ciclista en Múnich y pensar que nunca podría tener algo así en Barcelona por la orografía y la cultura de conducción.
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+Pero me equivocaba. Con los cambios que ha hecho esta ciudad en los últimos diez años, ir en bici se ha vuelto algo mucho más asequible y fácil. Todo el Eixample es una gozada. Y los carriles bici de la Diagonal y Vía Augusta me dan un camino cojonudo para volver a Sarrià.
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+El ejercicio me sienta de perlas. Estoy usando la bicicleta de Jacopo. Me ha servido muy bien estos meses, pero me la quiero quitar de encima. Los componentes no son buenos y se desajustan todo el rato. Y el rollo híbrido es muy inutil: la suspensión no me sirve de nada, y tener platos es llevar peso muerto y hacer más incómodo el cambio. Así que estoy mirando bicis para dar el salto a algo mejor.
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+Estoy pensando en comprar dos bicis: una de paseo, con capacidad de carga. La bicicleta de ir tranquilo a la oficina, de dar una vuelta por la playa, de llevar a Sofía en su sillita, de ir a hacer la compra. Con sus guardabarros, y sus portaequipajes. Cómoda, con postura erguida. Una bici lógica.
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+Y para complementarlo, un cobete gamberro: una bicicleta de una sola marcha, de neumático fino, posición dolorsamente deportiva. Con una relación de cambio dura, que te obligue a levantar el culo asiduamente. Pero que sea ágil, de acelerón fácil, ligera, y endiabladamente divertida. La bicicleta de quitarse el mono y de volver a casa sudado y jadeando, pero con una sonrisa en la boca.
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+Tengo ganas de que Sofía vaya en bicicleta conmigo. Sería precioso vivir en Vic y tener una de esas bicicletas de carga que lleván unos asientos enormes detras, y que pudiesemos ir los tres. 
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+Y algún dia, ella sola en su propia bicicleta.